lunes, 14 de marzo de 2011

"Anticristo": el gore místico a lo Von Trier


Por René Naranjo S.

Para Lars von Trier, el cine equivale a una constante provocación.
Para el cineasta danés, la experiencia cinematográfica involucra empujar los límites, además de dosis de terapia, ironía y catártica violencia física y emocional. Todo sin pausa y presentado en estilo crudo, tal como ocurre en “Anticristo”, la película que desde hace un par de años ha dividido a la crítica entre aplausos y risas burlonas y que, por supuesto, nunca llegó a los cines de Chile.
Rodado básicamente en un departamento y en una cabaña en el bosque, el filme tiene sólo dos protagonistas, Él (Willem Dafoe) y Ella (Charlotte Gainsbourg).
Ambos forman una pareja que pierde a su pequeño hijo (en una escena que parodia lo peor de la publicidad y no se priva de un plano porno) y que, como una manera de sanar ese profundo dolor, se somete a una dinámica introspectiva y mutuamente destructiva que explora sus miedos más intensos.
La premisa, sin duda, ofrece interés. Lo que genera controversia es la manera en que ésta se pone en escena, con división en tres capítulos (Pena, Dolor y Desesperación), mutilaciones genitales, pasajes "gore" derechamente inspirados en películas de horror B y hasta un zorro ensangrentado que aparece para decir en inglés, “El caos reina”.
Sin embargo, acaso lo que más escándalo causa es la sensibilidad misógina del director.
Aquí la mujer es origen de todos los males y, si bien el viaje hacia la locura de Charlotte Gainsbourg –junto con ser de un admirable riesgo actoral- se entiende como el choque de Von Trier con sus fantasmas, su mirada hacia lo femenino es demasiado oscura, si no derechamente torpe, como para aspirar a ser tomada en serio en pleno siglo XXI.

No hay comentarios:

Publicar un comentario